jueves, 10 de marzo de 2011

EL POR QUÉ DE TODO AQUELLO

Totalmente extasiado decidió que estaba entre extraterrestres.
- Lo mejor será que estudie su lenguaje - se dijo con la determinación de comprender el por qué de todo aquello.
Al principio descubrió que la voluntad de comunicarse era mutua, pues esos seres repetían mil veces los nombres de los objetos, pero era imposible domesticar sus cuerdas vocales para reproducir unos sonidos tan elaborados...
Su tozudez acabó dando frutos, primero copió la entonación, algo que hacía mucha gracia a los extraños entes, pero paulatinamente, al comenzar a descifrar el código, fue perdiendo la conciencia para pronunciar su primera palabra:
- Mamá -.

No hay comentarios: