YA ESTÁN AQUÍ LAS FALLAS DE VALENCIA

Otro año más, después de los tibios fríos del invierno mediterráneo, ya están aquí las fallas de Valencia. Es una fiesta tradicional, donde se conjuga la sátira con el fuego purificador. En los inicios de la fiesta popular, los valencianos se agrupaban por calles para quemar los trastos viejos, como muebles inservibles, ropas viejas y otros enseres. Era un motivo perfecto para tomar las calles y celebrar comidas y bailes, sin estar mediatizados por la iglesia o el gobierno de turno, era la fiesta del pueblo.
Con el tiempo, esta celebración fue tornándose más satírica, y los trastos viejos se transformaron en muñecos, "ninots" que caricaturizaban a dirigentes o criticaban conflictos sociales, siendo una de las fiestas más transgresoras del mundo.
Pero llegó el alzamiento militar contra la República, y la dictadura franquista no tardó en intentar controlar cualquier expresión libre del pueblo, haciendo esfuerzos por folklorizar las tradiciones autóctonas de cada identidad nacional comprendida en el estado español. Así, los artistas falleros hicieron un esfuerzo para seguir con la caricatura y la crítica, pero a través de la metáfora. Muchos monumentos falleros estaban pintados con símbolos republicanos camuflados, y críticas veladas al régimen dictatorial. Las fallas resistían para seguir siendo las fiestas del pueblo.
Al llegar la transición democrática las fallas recuperaron su tradición, pero en un país cada vez más burocratizado, en una sociedad cada vez más elitista, en la competitividad de un mercado turístico mundial, las fallas han ido perdiendo su carácter reivindicativo, y ahora la crítica es una burla cariñosa políticamente correcta. Por eso, algunos, tomamos las calles al amparo de la fiesta, para recuperar la tradición auténtica. En mi página podréis ver las fotos del monumento que realizamos el año pasado en un solar urbano, donde criticamos la destrucción del barrio del Cabanyal para construir un circuito urbano de Formula 1, otra demostración más de pan y circo.
Salut i força!