Con ese amargor tan extraño, que primero le acompañó en las fiestas de guardar. Después, amargo, que baja por la laringe, para los fines de semana; y casi sin darse cuenta amargor dulzón de entre semana, que los días se hacen muy largos... Pero más agrio fue el día que entró en el juzgado para defender al pobre camello. Acre, como la condena por atentado contra la salud pública. Y más bien agridulce sabor con la garganta amarga para argumentar tristemente, entre sus dientes dormidos:
- La sociedad es la culpable, señoría-.
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2 comentarios:
Que buena creacioón (si es que es tuya), Me gustó leerla !
la última frase del texto es del grupo Siniestro Total, la primera frase viene de un relato encadenado, siendo la última frase del texto anterior, la parte contratante de la primera parte es igual a la parte contratante de la segunda parte, por eso creo que el resto es mío. gracias
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