jueves, 30 de octubre de 2008

COMO HACEDOR DE CHIFLADURAS

Algún día entraré en tu antro de perdición,
como hacedor de chifladuras
que se repite a si mismo
consciente de ser otro bufón de la corte,
divirtiéndote con ripios afortunados
y dramatizadas elucubraciones.
Entraré a lomos de mi caballo blanco
blandiendo la verdad de mi espada,
como un enano a hombros de gigantes
que decapitará cada muerto viviente
que se interponga en el camino.
Arrollaré cada muñeca ojerosa
acicalada para el baile de la rosa
mustia, marchita y desecada.
Y te tenderé mi mano de barro,
antes de que se rompa reseca,
para preguntarte con infinita tristeza
¿qué vas a hacer tú
para que el espectáculo pueda continuar?
Algún día penetraré en tu oscuridad,
con el mal corriendo por mis venas,
armado hasta los dientes
para repartir la justicia que me negaste.

No hay comentarios: